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Pocas bandas han alcanzado el impacto global de Linkin Park. Combinando rock, hip-hop y música electrónica, el grupo definió el sonido de una generación y construyó una base de fans leales en todo el mundo. En Brasil, esa conexión es aún más especial: el país siempre ha recibido a la banda con entusiasmo, y sus conciertos allí están entre los más memorables de su trayectoria.